Si seguiste el patrón devotamente, punto por punto; si pasaste horas tratando de que te quedara bien: si nunca habías tejido algo tan imporante, entonces no basta con tejer. Las terminaciones en frivolité son tan relevantes como seguir bien las instrucciones. Todo tu trabajo puede perderse si no ocultas bien los hilos y le haces el tratamiento adecuado a tu trabajo para ayudar a preservarlo. En este tutorial, te enseño cómo lograrlo.

¿Qué hilo usar?

Algo fundamental para que un tejido te quede bien, es usar el material adecuado. En el caso del frivolité lo mejor siempre será el algodón mercerizado delgado. Más fino de lo que usarías para crochet. En las paqueterías podrás encontrar hilos especiales para esta técnica, pero al menos en Chile la oferta de colores es bien escasa. Puedes encontrar las 50 Sombras de Beige o muchos tonos que bien podrían combinar con calzones de señora.

Afortunadamente ahora en Chile la marca La Hilita trae hilo de algodón pima, directamente desde Perú. El algodón no sólo es de una calidad súper buena (es firme, lo más importante para el frivolité es que el hilo no se corte a medio camino) sino que también tiene un carta de colores súper amplia. Si quieren comprarlos, pueden contactar a la empresa por su Facebook. Para este proyecto use uno de sus productos en un color bien lindo.

Esconde los hilos

Existen varios métodos posibles para ir escondiendo los hilos a medida que tejes, tal como se puede lograr con palillos o crochet. En mis clases de frivolité puedes aprender algunos de ellos. Pero también hay varias maneras de esconder los hilos al final, cuando ya tienes todo tejido. Esta es la más fácil.

Cuando terminas de tejer una pieza a frivolité lucirá así:

¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?

Claramente no se puede quedar así.

En primer lugar, necesitar dejar hebras que midan por lo menos 20 cm, tanto al comienzo como al final del tejido. Enhebra cualquiera de ellas con una aguja delgada e irás escondiendo el hilo entre los puntos, por la hebra superior que corona cada uno de ellos. Si tejes frivolité, ya sabes a cuál me refiero, esa hebra que une un medio punto con otro.

Por el primer punto subirás y por el segundo, el de al lado, bajarás. No tenses mucho el hilo para no deformar lo que ya tejiste

Claro que también puedes decidirte pasar por dentro de los puntos mismos. Esa opción es un poquito más difícil, pero a mi parece luce más limpia al final.

No olvides lavar tu tejido

Un buen consejo es lavarse las manos antes de comenzar a tejer, sin embargo eso no evitará que tu trabajo se ensucie. Siempre quedará con un poco de grasa de tus dedos, polvo y algunas otras manchas (o pelos de gato, en mi caso). Por eso debes lavar cada pieza en agua tibia con jabón de glicerina. Si está muy sucia déjala sumergida un par de horas y enjuágala bien.

Lo más importante: almidónalo

Igual que en los tejidos a palillo o crochet, tienes que bloquear el frivolité antes de su estreno en sociedad. El bloqueo consiste en almidonar tu tejido con un producto comercial como el Apresto (ese químico que sirve para endurecer la ropa al planchar), azúcar o maicena. El apresto no me gusta mucho porque no queda tan firme y su efecto dura menos. Con azúcar que bonito, el problema es que algunos bichos también les encanta y se lo van a comer. Por eso, mi opción favorita es la maicena.

Si quieres que te quede realmente tieso, tienes que diluir una parte de maicena por una de agua hasta que no tengas grumos. Si quieres un poco más de movimiento, entonces diluye una parte de maicena por dos de agua. Luego simplemente sumerge tu tejido en la mezcla por unos segundos y sácalo.

Para finalizar, tienes que dejarlo secar sobre una superficie blanda, pero plana. Puedes ocupar un mat de yoga o un trozo grueso de goma eva. Algunas personas también lo hacen sobre el colchón de su cama.

Lo importante es saber que tal como se seca el tejido te va a quedar hasta la próxima vez que lo laves. Por eso tienes que tener cuidado al momento de ubicarlo sobre la superficie. Para afirmar todo bien usa alfileres pequeños en los picots o en las secciones decisivas de tu diseño. Los alfileres se van poniendo del centro hacia afuera y siempre en direcciones opuestas. Es decir, parte con un alfiler en cualquier picot del centro, luego ubica el picot que está justo al frente y pon otro alfiler ahí. Así te aseguras de que te quede lo más derecho posible.

No lo muevas hasta que esté completamente seco. De hecho, espera hasta el día siguiente. Retira todos los alfileres y disfruta el bacán tejido que acabas de terminar. ¡YAY!