Si ya me considero una auténtica novata del ganchillo cuando observo con admiración cualquier objeto de amigurumi, ya me caigo muerta al ver el trabajo de Jo Hamilton. Nunca el ganchillo había causado mayor efecto en mí. Y la verdad es que, salvando las (enormes) distancias, me recuerda de algún modo al trabajo realizado por Salvador Dalí. No sé si es por la mezcla de hebras de colores, muchas veces con grandes contrastes entre ellas para marcar las luces y las sombras de la cara, o por el resultado final un tanto surrealista, sobre todo por las hebras sueltas alrededor de los retratos que realiza, dando la sensación que en cualquier momento pudieran derretirse.
Y claro, al ver semejante preciosidad (y maravillosa faena) yo me veo mucho más capaz de conseguir hacer un pajarillo de amigurumi absolutamente formidable. ¡Hay que ser positiva!
Mian Vich dice
Me encanta leerme desde tan lejos…
¡Gracias!
Camila dice
Gracias a ti por permitir publicarlo y por descubrir un trabajo tan interesante!
Marta dice
Una pasada!!