Desde el momento en que se acepta sin reparos, como si fuera lo más obvio del mundo, que el tejido es cosa de mujeres, se asocian a esta técnica ciertas ideas que refuerzan la noción de que sólo hay un comportamiento correcto para hombres y mujeres. La heteronorma reglamenta la vida humana y establece qué prácticas y deseos son los normales. Así, por ejemplo, se institucionaliza la relación heterosexual y se la establece como la base de lo que significa ser humano. Todo lo demás está mal.
Algunas reglas de la heteronorma están tan naturalizadas que parecen que siempre han sido así: si eres mujer debes tener hijos porque tu cuerpo está hecho para eso. ¡Es natural! Otras normas dejan ver la ridiculez que surge de la compulsividad por mantener el modelo a toda costa. No hay nada de natural en asociar el tejido con lo femenino, así que cuando se intenta forzar esa relación aparecen mitos bastantes estúpidos que a su vez sustentan otras normas.
1. No debes tejerle a tu pololo o te dejará
En las clases de tejido que hago es muy común escuchar este mito. Básicamente se trata de la creencia de que si una mujer le teje una prenda a su pareja (un hombre, obvio) será abandonada. En serio, así mágicamente. No importa si se aman o si tienen un proyecto en común: bastan unos cuantos puntos y un poco de lana para que la relación se acabe. El mito tiene una variación aún más absurda: no aplica si el hombre y la mujer están casados. Es decir, si le tejes algo a tu marido, está todo bien. Claro, porque si la relación está consagrada y legalizada, entonces debe ser más importante. Y el tejido, mágico como es, puede distinguir entre unos pololos y unos casados.
Hay quienes intentan racionalizar este fenómeno diciendo que el hombre se siente muy comprometido cuando la mujer le teje algo tan importante como un chaleco y eso lo espanta. ¿Me está tejiendo un chaleco? ¡Esta cosa va en serio! Pero esa explicación es tan estúpida y tan heteronormativa como la sobrenatural.
Normas que reproduce: las relaciones sexuales son entre dos personas de diferente sexo; la mujer es la que teje; el matrimonio es más poderoso que una relación no institucionalizada; los hombres le temen al compromiso.
2. Si tejes mucho te quedarás soltera
Esta es parecida a la anterior: si le tejes al novio, te deja; si tejes mucho, no encontrarás otro. ¿Es que acaso lo único que quieren las mujeres es encontrar marido? Si esto fuera cierto… ¿no bastaría con tejer día y noche para evitar un matrimonio forzado?
Cuando algunas personas me conocen (generalmente mujeres mayores) y descubren que tejo mucho me preguntan si tengo pololo o si salgo a fiestas. Es normal preguntarlo, ni se sonrojan. Y les parece raro que les responda que sí.
Normas que reproduce: el matrimonio es una meta fundamental en la vida de la mujer; no estar casada a cierta edad es despreciable; los hombres no desean a las mujeres que tejen mucho; las tejedoras no tienen sexo.
3. Hace mal tejer durante el embarazo
Haciendo unas búsquedas en Google descubrí que algunas personas tienen dudas bastante pecualiares sobre el tejido. Me sorprende que algunos piensen que tejer durante el embarazo hace mal, porque entra en contradicción con esa otra imagen heteronormativa de la futura madre que no tiene más que hacer durante el embarazo que tejer. Aunque quizá se cree que una mujer embarazada es tan vulnerable, que ni siquiera puede hacer algo tan inofensivo como mover unos palillos. Mientras más quieta se quede durante los nueve meses, mejor.
Normas que reproduce: la mujer es débil, sobre todo si está embarazada; la mujer embarazada debe suspender su vida hasta que la guagua nazca; hay peligros que sólo afectan a las mujeres.
4. Tejer te matará
Este es absolutamente cierto y no hay nada que decir al respecto.
jperez dice
sobre el cuarto punto, mi hermanita que está embarazada me dijo (muy seria) que no iba a tejer mientras estaba embarazada porque se le podía enredar el cordón umbilical a la guagua en el cuello D: es de las cosas más locas e inexplicables que he escuchado!
Camila dice
Ah, claro, esa es al razón por la que dicen que no hay que tejer embarazada! Bueno, pero quizá si es una buena tejedora el cordón queda de una forma bonita y no peligrosa (?)
Wasel Wasel dice
Me parto de la risa con este post, jajajaja, no sabía muchas de las cosas que se dicen sobre tejer, solo lo de la maldición del suéter (tejerle al novio). Lo del embarazo es lo más!
Samantha dice
Yo había escuchado el primer punto; me lo dijo una vieja cu. a raíz de que iba a tejerle a mi novio. Había comprado lana natural… ¡Y finalmente mi novio me dejó! Pero no moví un solo palillo. ¿Cuenta sólo tener la lana comprada? (jajaja)
Oye, estoy en desacuerdo con que «los hombres no desean a las mujeres que tejen mucho», y «las tejedoras no tienen sexo» (punto 2, «normas que reproduce»). De hecho, en las sociedades tradicionales, una buena tejedora era muy cotizada para casarse, porque producía un bien muy necesario para la familia que podía convertirse en mercancía valiosa. A lo mejor el cuento de no casarse viene por la envidia, y que las otras tiren maleficios para que la mina no se case… O sea, el fundamento lógico sería la creencia en la brujería. Habría que hablar esto con Sonia Montecinos, ex profesora mía 🙂
Elizabeth dice
Bueno, a mi me salió un quiste sinovial en la muñeca por tejer tanto… sin embargo no he dejado de tejer 😛
norma dice
que les cuento que cuando estaba embarazada me decian no cosas ni tejas que el cordon de el bebe se enreda en su cuello lojico se me hiso una verdadera pendejada jejej perdon cosi y teji muchisimo y qu emi niña nace con emorragias por que como me dijo el doctor no era bebe, si no puro cordon que la bebe lo traia enrollado ni lloro ,sufrio mucho mi niña pienso que algo debe haber de cierto en eso
Juliana dice
sabes, me molestó mucho que en primer punto pusieras que una mujer le teje a su pareja con el ‘(un hombre, obvio)’ mmh pues no es obvio, quizás no pensaste en la otra opción de pareja pero no es obvio así que no era necesario ponerlo jaja
Camila dice
Eeeh, creo que no entendiste. Estaba burlándome precisamente de la heteronormatividad en torno al tejido en la que sí, las personas heteronormadas sólo consideran las parejas heterosexuales y cuando ellas hablan de tejerlo algo a su pareja SIEMPRE es un hombre.