Yo no sé por qué a los burros los quieren tan poco. O sea, sí lo sé: por el fascismo que prefiere a los caballos por sus atributos como la sangre pura y la buena postura, y porque sirve para esos inútiles deportes burgueses como el polo . En cambio al burro se lo explota y se lo tilda de feo, flojo y tonto. La cosa es que estas son manualidades de burros, no de caballos.