Llevaba meses con ganas de probar un pie de zapallo. De vez en cuando googleaba pumpkin pie y pasaba varios minutos revisando recetas y viendo fotos. Algo había en ese color anaranjando brillante y la textura entre esponjosa y firme que me parecía delicioso. Pero claro, no era capaz de imaginarme cómo podía saber realmente un pastel de calabaza. Durante la mayor parte de mi vida, el zapallo sólo tuvo espacio en algunas cazuelas y porotos. También en las sopaipillas y -sólo muy recientemente- en la deliciosa crema de zapallo. En algo dulce, jamás.
No sé que pasó que de pronto había una zapallo entero en mi refrigerador y ya no tenía cómo hacerle el quite a esta receta. La verdad es que intenté comenzar a cocinar varias veces en el día: el sólo hecho de tener que cocinar el zapallo por una hora y media en el horno me desanimaba un poco. Pero revisando las pornográficas fotografías de otros pasteles de zapallo finalmente me llegó la inspiración.
Cocinar el zapallo en el horno fue lo más sencillo. De hecho cada paso de esta receta es bastante sencillo, simplemente requiere mucho tiempo. Modifiqué un poco la receta original, más por inseguridad que por corregir algo, aún así me salió bastante bien y esa es la que presento acá. El pie de zapallo es rico de una manera muy rara y aromática, inténtenlo porque terminarán muy contentos de haberlo logrado.
Ingredientes
Para la masa
- Dos tazas de harina sin polvos de hornear.
- 125 gramos de mantequilla sin sal.
- 2 cucharadas de azúcar flor.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- jugo de medio limón
- agua
Para el relleno de zapallo
- Dos tazas de puré de zapallo.
- 1 taza de azúcar.
- Media lata de leche evaporada.
- 2 huevos.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- 1 cucharadita de jengibre en polvo.
- 1/4 de cucharadita de clavo de olor molido.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Para la salsa
- Media lata de leche evaporada.
- Tres cucharadas de azúcar flor.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación
Debes empezar por hacer el puré de zapallo. Yo usé tres cuartos de uno de esos zapallos pequeños que venden en el súper. No sé como se llama, pero me imagino que cualquiera funcionará, lo importante es lograr suficiente carne como para llenar dos tazas con puré. Y si les sobra pueden usarlo para una crema.
Precalienta el horno a 175 grados celsius. Corta el zapallo en 3 pedazos grandes y sácale las semillas y los pelitos con una cuchara metálica. Puedes guardar las semillas y tostarlas para comértelas después. Pon los pedazos de zapallo en una envase por hornear y agrégale una taza de agua. Deja que se cocinen por una hora y media o hasta que sea fácil enterrarles un cuchillo en la cáscara.
Mientras el zapallo se cocina, puedes avanzar haciendo la masa. Para eso cierne la harina con el azúcar en un bol profundo, agrega la mantequilla cortada en cubitos, el jugo de limón y la esencia de vainilla. Mezcla con la punta de los dedos, aireando la masa hasta que parezca migas de pan. Así:
Luego hazle un agujero en el medio y agrégale un chorrito de agua ahí. Con un tenedor mezcla la masa con el agua. Vierte más agua y sigue revolviendo hasta que ya se vea como una masa homogénea. Dale forma de pelota con las manos, pero no la amases mucho porque la mantequilla comienza a derretirse. Envuelve la masa en plástico y llévala al refrigerador como mínimo por media hora.
Una vez que el zapallo está listo, retíralo del horno y déjalo enfríar hasta que lo puedas manipular sin quemarte. Cuando esté listo, saca la carne del zapallo con una cuchara metálica. Si está bien cocido, saldrá con mucha facilidad. Procesa los pedazos de zapallo hasta lograr el puré.
Ahora viene la parte divertida. Pon el puré (recuerda, sólo dos tazas), los condimentos, el azúcar, la esencia de vainilla, los huevos y la leche evaporada en un bol si quieres usar una batidora manual, sino procésalo todo en la juguera. Así de simple. La mezcla no debe quedar como una masa, sino casi como un jugo de zapallo.
Saca la masa del refrigerador. En un principio pensé en uslerearla, pero con tanta mantequilla se derrite muy fácilmente, así que simplemente fui sacando pedazos que acomodé en un molde enharinado y enmantequillado.
Ahora vierte la mezcla de zapallo sobre la masa y llévalo al horno. Cocínalo a 210° celsius por los primeros 15 minutos. Luego baja la temperatura a a 175° C por lo siguientes 40-60 minutos o hasta que al pinchar el centro con un palito de madera salga seco.
Ahora sólo falta la salsa. Vierte lo que queda de la leche evaporada en un bol y llévala al freezer por 30 minutos mínimo o hasta que se formen cristales de hielo en el borde. De todos modos, te recomiendo que no lo quites hasta que el resto del pie ya esté listo.
Mientras se enfría el pastel, retira la leche del freezer y agrégale el azúcar y la vainilla. Bátelo hasta que esté bien aireado y esponjoso. Sirve inmediatamente. En la fotografía del inicio la salsa se ve líquida, porque no esperé a que se enfriara el pie, entonces se derritió. De todos modos quedó muy rica.
Intenta hacer este pastel, se ve complicado, pero para lograr algo con sabores tan complejos es necesario tomarse un tiempo. Cuéntanos en los comentarios si te funcionó esta receta o conoces otras variaciones.
Daniela dice
se ve delicioso!!! será mi próxima recete … gracias por el paso a paso
Camila dice
Queda muy rico. ¡Disfrútalo!
Camila dice
Cami es delcioso!, tiene capaz de sabores! en cada bocado de principio a fin!. Acaba de enfriarse y la espera valió la pena!.
Saludos,
Camila dice
Ah!, eso si la salsa igual me quedó líquida, como que los hielitos se derritieron al batir. Porque igual esperé a que el pie se enfriara 🙂
Camila dice
¡Qué bacán que lo hicieras! Es muy rico. No lo he hecho nunca más, me dieron ganas de comerlo otra vez.
Camila dice
Sí, lo de la salsa hay que batirlo y congelarlo varias veces para que quede más cremoso, pero así líquida igual queda rica.